SIÉNTETE LIGHT SIN PRODUCTOS LIGHT | SPAR Gran Canaria

SIÉNTETE LIGHT SIN PRODUCTOS LIGHT

02/04/19

En numerosas ocasiones hemos escuchado creencias relacionadas con los alimentos, especialmente con lo que “se debe comer” y con lo que no. La mayoría de las veces son mitos erróneos, muy extendidos y difíciles de modificar pues, aunque haya evidencias científicas que los rebatan, siguen perdurando en la mentalidad de la sociedad.

Esto sucede con los productos light, aquéllos “bajos en grasa” que la industria alimentaria empezó a ofrecer en el mercado hace décadas (lo que se conoce como la era lowfat) y que son famosos por su “supuesto” poder adelgazante. Si en tu alimentación habitual incluyes este tipo de alimentos, te aconsejo que leas la siguiente información, tan útil para tu salud como para tu bolsillo:

Para empezar, ¿qué entendemos por un producto light? Es aquél cuyo aporte energético supone como mínimo un 30% menos que su alimento de referencia. Esta reducción calórica se consigue disminuyendo la cantidad de azúcares o grasas o sustituyéndolos por otros componentes menos energéticos. Sin embargo, el hecho de que aparezca en los envases la palabra “light”, "bajo en grasas" o similar, no significa para nada que sean adelgazantes y no se puede obviar que igualmente contiene grasas, azúcares u otras sustancias no saludables (aunque sea en menor medida). Así ocurre con las salsas, quesos untuosos, patés, etc., que son alimentos ricos en grasa por naturaleza, aún tratándose de sus versiones ligeras.

Un ejemplo más claro es una cucharada sopera (15 gramos) de mayonesa convencional, que contiene unas 100 calorías y 10 gramos de grasa, mientras que la versión Light aporta aproximadamente la mitad de ambos. Debido a esta premisa, se ha comprobado que el consumidor llega a subestimar la cantidad de kilocalorías que tienen estos productos sin grasa y, como son menos saciantes, predispone a comer más durante el día, por lo que al final consumimos las mismas o más calorías y gramos de grasa que si se tratara del producto convencional.

Por este motivo, si tienes un buen estado de salud pero quieres cuidarte un poco más, especialmente de cara a los meses que se aproximan, la mejor recomendación es comer light sin productos Light y mantenerlo durante todo el año, no sólo para una fecha concreta. Por poner cara a los “culpables”, bastará con evitar alimentos procesados (que son los que habitualmente tienen estas versiones más ligeras), tales como los dulces, la bollería, las salsas, los elaborados con harinas refinadas, los refrescos… sin olvidar incorporar a nuestra alimentación alimentos que, aunque sean ricos en grasas (sí, sí, no hay que tenerles miedo), nos ayudan a saciarnos y a prevenir/tratar distintas patologías porque precisamente esas grasas que aportan son saludables: el aceite de oliva virgen extra, el aguacate, los frutos secos, el pescado azul y el huevo.

A lo que debemos prestar igualmente atención es a las técnicas culinarias, optando por las sencillas (plancha, vapor, papillote, horno, microondas, etc.) y también a la mayor introducción de alimentos que nos hidraten durante los meses más calurosos, como fruta, verduras y ensaladas, además del agua mineral, evidentemente. Por otro lado, cabe recalcar la importancia de la fibra, optando por las legumbres (que incluso se pueden introducir en ensaladas) y por cereales de grano completo preferiblemente, es decir, integrales.

Tras esto, no nos podemos quejar de poca variedad de alimentos si nos queremos cuidar ya que, como siempre digo, comer sano también es un placer.