Septiembre es el mes de la vuelta a la rutina y con ello, la vuelta al colegio.
Es importante comenzar con fuerzas el curso escolar pues tras muchas semanas de descanso, sol, playa, y campo, es todo un reto retomar hábitos que no se deberían haber perdido ni siquiera durante el verano. Dentro de ellos, la alimentación juega un papel básico e imprescindible.
Una buena estrategia para volver a llenar la nevera y la despensa es hacer una lista de la compra que evite encaminarnos por una 'compra compulsiva' en el punto de venta. Para ello es fundamental escoger los productos de temporada, pues son más económicos y, además, tienen un aporte nutricional óptimo.
La presencia de fruta y verdura, intentando variar los colores, nos aporta minerales y vitaminas que permiten disminuir el cansancio y el desánimo que suelen achacar a los que vuelven de las vacaciones. Concretamente, el aporte de vitaminas del grupo B contribuye al buen funcionamiento de nuestro sistema nervioso, pudiendo encontrarlas en:
- Verduras de hoja verde
- Frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pipas de calabaza)
- Cereales integrales
- Huevo
- Pescado (especialmente azul, tipo atún, salmón, caballas, lucio, pez espada, sardinas)
- Hígado
Es conveniente evitar el consumo de café, té, refrescos u otros estimulantes, por muy bajos en azúcares que sean.
En cuanto al desayuno, es muy frecuente ver como ingredientes principales a las galletas, bollería o cereales de desayuno con un altísimo nivel de azúcares siendo, además, un zumo envasado o batido de sabores envasados quien los acompaña. Sin embargo, la publicidad es muy persuasiva y no tiene en cuenta el posible efecto perjudicial que puede causar, pues realmente este tipo de desayuno no tiene ningún interés nutricional y es conveniente evitarlo, incluso para los pequeños.
No es necesario comer a primera hora si no hay apetito, lo único a tener en cuenta es hacer en este caso la medida mañana en el recreo un poco más completa (siempre con calidad) de lo habitual para el aporte de nutrientes beneficiosos que favorecerán el rendimiento escolar. Las siguientes opciones nos sirven para cualquiera de estas comidas y para las meriendas. Se puede escoger una o varias según la apetencia:
- Pieza de fruta
- Yogur batido o entero natural sin azúcar añadido
- Leche entera o semidesnatada
- Copos de avena (100%)
- Gofio de millo, trigo, espelta, etc. (100%)
- Huevos revueltos/tortilla francesa
- Requesón con mermelada
- 1 puñado de nueces peladas o de frutos secos al natural y sin sal (almendras, avellanas, pipas de calabaza, etc.)
- Tortitas de arroz/maíz/espelta (sin bañar en chocolate, yogur ni similar)
- Hummus con crudites de zanahoria/apio/pepino/pimiento cortados en juliana
- Barrita energética casera hecha con fruta, semillas o frutos secos (buen aliado para los días en los que se tiene un ejercicio físico más intenso)
- Bocadillo (integral, en la medida de lo posible) compuesto por 1 ingrediente de cada grupo:
- Queso fresco/tierno, jamón cocido, pechuga de pavo, tortilla francesa, tortilla de verduras (calabacín, alcachofa, berenjena…), huevo duro, atún, caballas, bonito, ventresca, salmón ahumado, jamón serrano, lomo embuchado, tofu
- Aguacate, mermelada, escalibada, hummus, paté de berenjena, paté de aceitunas, pasta de berros casera, rodajas de calabacín o berenjena a la plancha, tomate seco, tomate triturado, rodajas de tomate, millo, verduras de hoja verde (rúcula, canónigo, espinaca), pepino, aceite de oliva virgen
- Truco: si nos da pereza el día anterior o cada mañana preparar el bocadillo, podemos comprar varios panes en la panadería y prepararlos con los ingredientes que nos apetezca para posteriormente congelar. Te llevará un ratito, pero ya luego sólo tienes que sacar del congelador la noche previa ¡y listo!
Con todas estas opciones sólo nos queda hacer la compra y ponernos manos a la obra, recordando que comer sano también es un placer. ¡Feliz vuelta al cole!