Sin duda cada vez somos más los que hemos cambiado el menú del día del restaurante de la esquina por nuestra comida de casa. Pero habrá quién se pregunte… ¿Merece la pena? Te indico algunas ventajas e inconvenientes para que lo valores por ti mismo:
Ventajas:
- Ahorro económico
- Conocimiento de la calidad de los ingredientes empleados
- Mejora de hábitos alimentarios (siempre que las opciones a escoger sean saludables)
- Consumo de cantidades en su justa medida (no comemos “por los ojos”)
- Aprovechamiento del tiempo en el trabajo (en lugar de salir, pedir y tener que esperar para que te sirvan, para pagar, etc.)
Desventajas
Sólo una, que es la implicación de tiempo en casa para la organización, pensar en los menús, su elaboración, etc.
Y con todo esto… ¿Es posible preparar un menú equilibrado pero que a su vez sea atractivo y apetecible? Lo que está claro es que depende de nuestra implicación y de que tengamos en cuenta los siguientes detalles:
- Tamaño del «tupper»: que sea adecuado para una comida, ya que si compramos uno demasiado pequeño nos quedaremos con apetito y, si es demasiado grande, la comida irá dando tumbos y no resultará tan atractiva a la hora de comer.
- Material del «tupper»: el cristal es el ideal, aunque sea frágil y pese más. De cualquier manera, es importante que al menos tenga el anagrama de una copa y un tenedor, que es el distintivo de la Unión Europea para indicar que es apto para el uso alimentario.
- Temperatura: escoger ingredientes que aguanten bien a temperatura ambiente en caso de no tener una nevera a nuestra disposición.
- Carne, pescado y huevo: cuando nuestro menú contenga alguno de estos alimentos, asegurarnos de que estén perfectamente cocinados.
- Ensaladas: ir variando los colores de las verduras escogidas y mejor aderezarlas con un poco de limón para que no ennegrezcan y/o aliñarlas en el momento de tomarlas en lugar de en casa; de esta forma se mantendrán más frescas. Para ello podemos emplear frascos pequeños de cristal con tapa hermética y llevarlos a parte. Cuando esto no sea posible, sigue el siguiente truco, montando las ensaladas por capas:
- En el fondo el aceite de oliva o el aliño elegido.
- Justo encima, aquellos alimentos que no se afecten por el efecto del aceite: atún, cebolla, tomate, pimientos, pepino, zanahoria…
- La última capa será la de la lechuga y otros ingredientes más delicados.
- Postre: fruta entera de temporada preferiblemente o yogur natural.
- Variedad: preparar el menú de la cena teniendo en cuenta lo comido ese día de «tupper», para variar la proteína y el formato de verduras.
- Aporte nutricional: que contenga proteínas, carbohidratos y alimentos ricos en fibra, igual que una comida equilibrada en casa.
- Interesante saber que cuanta más variedad de colores contenga nuestro plato en los distintos días, mayor diversidad de nutrientes tendremos. Para cumplir esto con toda seguridad, la mejor opción es aplicar el método del plato de Harvard.
Tras estos consejos, les ofrezco diez menús semanales para comer de «tupper» en el trabajo, intentando que en cada uno de ellos aporten los nutrientes esenciales, que sean fáciles de transportar, calentar en caso necesario y, sobre todo, de disfrutarlos comiendo:
- 1. Albóndigas de pollo en salsa con verduras y arroz
- 2. Ensalada de garbanzos cocidos y dados de queso feta a las finas hierbas con nueces (rúcula, tomates cherry, cebolla roja, aguacate y hierbas provenzales)
- 3. Huevos rellenos de pisto de verduras con atún y cuscús con pasas
- 4. Crema de calabaza o gazpacho, huevo duro y 2 biscottes integrales
- 5. Macarrones tipo hélice con salteado de gambas, espinacas y piñones tostados
- 6. Calabacín relleno de boloñesa y 2 biscottes integrales
- 7. Ensalada de papas con pimiento morrón, zanahoria rallada, guisantes y caballas
- 8. Potaje de berros con judías y 2 trozos de queso tierno
- 9. Tallarines con verduras y dados de tofu en salsa de soja
- 10. Pescado con pimiento y cebolla al papillote y papas panaderas
Por último y no por ello menos importante, un buen consejo para comer de «tupper» es no hacerlo como autómatas delante del ordenador… Intentemos cambiar de lugar buscando un sitio cómodo y agradable. Como siempre digo, comer y, especialmente si es sano, también es un placer.