Si hay una época del año donde destacar los reencuentros entre amigos, familia y seres queridos es sin duda la Navidad. Esto a su vez significa un sinfín de reuniones que, cómo no, vienen acompañadas de copiosas comidas y cenas. Según diversos estudios, se tiende a subir una media de 3-4 kilos durante estas fechas, pero las primeras semanas de enero también son complicadas para evitar seguir ganando peso… Coge lápiz y papel y toma nota de los consejos saludables para conseguir que esto no ocurra:
– Controla las emociones. Volver a la rutina tras las fiestas puede generar un desajuste emocional, la conocida “depresión post-vacacional”, con actitud de bajón, desencanto, tristeza, falta de energía… y, cómo no, se vuelve a comer para sentirnos mejor. La mayoría de personas manejan sus emociones con la comida, por ello es preciso reforzar la inteligencia emocional y no pagar la tristeza o ansiedad comiendo, sino entretenerse con otro tipo de actividad, sea leer, pintar, estudiar, etc.
– Huye de “las sobras”. Continuamos comiendo turrón, polvorones y platos que han sobrado que, por lo general, son muy calóricos. Comparte, reparte, regala o dona todo aquello que, por lo general, no debería formar parte de tu despensa ni de tu nevera.
– Hidrátate con frecuencia. Es conveniente beber agua sin gas, infusiones y caldos para depurar el organismo y limpiarlo de toxinas; no olvides que la fruta y la verdura es igualmente rica en agua, además de fibra. Esto favorecerá sobre todo a eliminar los excesos de alcohol de las fiestas y a sentirnos más saciados a lo largo del día.
– Reduce el tamaño de las raciones. Lo habitual es que durante las navidades se haya aumentado la cantidad de lo que comemos ya que, por norma general, nos sirven raciones o vajillas de mayor tamaño. El objetivo es reducir la cantidad de comida y darle menos calorías al cuerpo, que son las que realmente necesitamos. Por tanto, emplea un plato de tamaño más reducido y ayudará a controlarte.
– Mastica con tranquilidad la comida. Es común que hayamos aumentado la velocidad de consumo porque todo estaba muuuuy rico o porque no queríamos que se terminaran ciertos platos sin haberlos probado previamente. Recuerda que masticar despacio es un hábito saludable, además de contribuir a mantener la línea, disfrutarás más de los sabores de los alimentos.
– Opta por preparar platos de pescado en lugar de carne, ya que en las fiestas la mayor parte de las elaboraciones habrán sido preparados con derivados de este último, mientras que el pescado tiene un alto contenido de grasas saludables que protegen el sistema inmunológico y, a la vez, ayudan a mantener la temperatura corporal sin necesidad de ingerir un exceso de calorías.
– No te quedes en casa. La conocida “cuesta de enero” incita a evitar salidas para no gastar y, en consecuencia, tener una vida más sedentaria y moverse menos… ¡Impide que eso ocurra y, al menos, sal a caminar! Es gratis, ayuda a despejar la mente y a tener un mejor inicio o fin de día.
Ya sabemos la teoría, únicamente queda un poco de fuerza de voluntad y llevarlo a la práctica, recordando que comer sano también es un placer.